¿QUÉ LE PIDES A TU SEGURO DE HOGAR?
julio 6, 2020Acostumbrémonos: los servicios cuestan dinero
octubre 26, 2020Los Seguros de Salud, nos permiten elegir ante cualquier enfermedad, seleccionar si seremos atendidos por el Sistema Público (Seguridad Social) o por el Sistema Privado.
Si bien, el Sistema Privado siempre está abierto a todos mediante el pago de las consultas, hospitalizaciones, pruebas, etc, siempre podemos reducir ese coste con la contratación de un Seguro de Salud.
Desde hace unos años, en el período de final de año, las diferentes compañías realizan atractivas ofertas para atraernos, para ayudar a realizar una adecuada selección y no sufrir malas experiencias, ….es importante elegir la propuesta mas adecuada atendiendo el siguiente
Decálogo Básico para seleccionar un Seguro de Salud:
1.- Contrata lo que necesites, teniendo en cuenta que, un seguro de salud para que te proporcione Cobertura Total debe ser contratado cuando estás sano. Si padeces cualquier enfermedad antes de la contratación, se considerará que el asegurado padece una preexistencia, y lo normal, es que esa patología quede excluida.
Por ejemplo, si ya tienes una prótesis de menisco, el Seguro realizará una contratación con exclusiones. Ante esto, lo podrás contratar sabiendo, de antemano, que el seguro nunca cubrirá los gastos derivados de operaciones de menisco y/o sustitución de prótesis, por lo que caben dos opciones, o ser tratado de esta patología por el Sistema Sanitario Público, o soportar los gastos de estos
2.- Todas las Compañías tienen varios productos de salud, pregunta cuantos hay, precios, coberturas, etc de cada uno de ellos. Y emplea, un poco de tiempo en realizar una compra meditada. No todo el mundo necesita ni quiere el mismo producto. Grosso modo, debemos saber que hay seguros de reembolso (aquellos que permiten ser atendido por cualquier médico pertenezca o no al Cuadro Médico de la Compañía) y de cuadro médico (los que permiten ser atendidos por los facultativos y hospitales concertados); con cobertura ambulatoria (sólo permiten asistencia a consultas) o cobertura ambulatoria y de hospitalización (permiten asistencia a consultas, operaciones quirúrgicas y permanencia en hospitales); en cuanto a la participación en el gasto, las Compañías consideran mas adecuado que soporte mas gasto, aquel cliente que realiza mas uso de los servicios, por lo que existen seguros con copago (participación por parte del asegurado del coste), con copago limitado (o bien se trata de un importe máximo anual por asegurado, o bien se exoneran de pago los primeros “n” servicios de cada asegurado), y sin copago (no se exige participación del asegurado en el coste, mas que su cuota mensual). Pide la relación de copagos, no todos los copagos son iguales, dependen de la Compañía y del producto contratado.
Si realmente, piensas que no realizarás un uso intensivo del seguro, puedes plantearte buscar un seguro con copago (si es limitado mejor) o, un seguro sin copago.
3.- Pregunta por los Períodos de Carencia, son aquellos períodos iniciales, en los que no podrás hacer uso de los servicios del Seguro. Pregunta qué pruebas quedan excluidas y durante cuanto tiempo.
4.- Piensa que estás incorporando un coste fijo a tu presupuesto, y que lo harás, cuando menos por un año (aunque abones el seguro mensualmente, el contrato de seguro es anual) y, si decides dejar de abonar el seguro antes de tiempo, puedes encontrarte con peticiones de cumplimiento contractual por parte de la Compañía. Mas vale emplear tiempo en analizar la documentación, o pedir asesoramiento adecuado antes de realizar la contratación.
5.- Todas las compañías exigen rellenar un Cuestionario de Salud, piensa que es parte de un contrato, y que debe ser rellenado como tal. El incumplimiento de esta obligación, puede conllevar a la anulación de la póliza de seguro si es detectado por parte de la Aseguradora.
6.- Regalos de bienvenida y Coberturas adicionales: Identifica cuáles de los “obsequios” que te realizan por la contratación (aplicaciones sin coste, meses gratuitos, reembolso de gastos, etc) son obsequios puntuales y sólo para el primer año de la vida del contrato, y cuáles son vitalicios.
Indaga también en qué coberturas adicionales cuenta el producto que vas a contratar (¿cuenta con cobertura dental?, ¿tienes servicio médico si viajas al extranjero?,…)
7.- Cuadro Médico, Hospitales. Cerciórate si tus médicos habituales, están incluidos o no en el cuadro médico, y si no lo estuvieran, entérate del cuadro médico disponible en las especialidades que puedan preocuparte. Si estás acostumbrado a que te atiendan en un centro médico concreto, revisa si está incluido o no, y en caso positivo, qué especialidades tiene concertadas.
8.- No realices una compra impulsiva, pide tiempo para analizar ofertas, exige las condiciones por escrito,…y rechaza las ofertas que marcan un período muy reducido, o que no te facilitan información por escrito, y que en definitiva, te impiden realizar un análisis adecuado. Confía en tu Mediador de Seguros, revisa si la persona que te facilita el producto, está dado de alta en el Registro de Mediadores de la Dirección General de Seguros (DGS).
9.- Huye de un seguro de salud low cost. La manera de entender un negocio de las empresas low cost van siempre acompañadas de una reducción de costes, y en un seguro de salud, afecta al personal sanitario que te atenderá. Obviamente, eso acabará repercutiendo en tí.
10.- Y por último, piensa que si durante la vigencia de un contrato de seguro de salud, contraes una enfermedad crónica, o tienes un episodio puntual que pueda tener repercusiones posteriores, quedarás cautivo de estar asegurado en esa compañía, ya que de irte otra, tendrás exclusiones, o incluso podrían no querer asegurarte. Por lo que analiza, si merece la pena cambiarse por un regalo, o un pequeño ahorro.
En definitiva, compra y que no te vendan. No siempre la oferta mas asequible económicamente, ni la mas atractiva, es la que mas te conviene.