La realidad es que en nuestro país la cultura del ahorro no está centrada en la jubilación. ¿Ahorramos? Sí, pero en un elevado porcentaje de los casos destinamos nuevos activos monetarios a objetivos adquisitivos, como por ejemplo, comprar una vivienda. Se calcula, que llegados a la jubilación, 9 de cada 10 familias tienen ya su casa pagada, pudiendo darse el caso de tener incluso más de un inmueble en propiedad. Así pues, ¿por qué no aprovechar este factor para ahorrar? Y es que al final el objetivo de la hipoteca inversa no es otro que el de transformar tu casa en dinero. Pero, ¿en qué consiste la hipoteca inversa?
A cambio, serán tus herederos quienes tras tu fallecimiento, si no has cancelado previamente la hipoteca inversa, tendrán que asumir la deuda y podrán hacerlo de diferentes maneras: asumiéndola económicamente y así conservar la propiedad de la vivienda, vender el inmueble quedándose con la diferencia entre el valor de venta y la deuda a saldar, o bien, contratando una hipoteca común con el banco para ir saldando la deuda progresivamente.