¿Sabías que las rentas que te propicia una hipoteca inversa están exentas de tributación? Así es. Además, tampoco se paga el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Estas ventajas se unen a las muchas razones que hay para convertir una vivienda habitual en una fuente de ingresos extra durante la jubilación.
El principal objetivo de una hipoteca inversa es simple: facilitar un complemento a la pensión a quienes cuenten con una vivienda en propiedad. En concreto, se trata de un crédito garantizado con una hipoteca, que recae habitualmente sobre la vivienda habitual, concedido a una persona que debe ser mayor de 65 años, no siendo exigible su devolución hasta el momento de su fallecimiento.
Ese préstamo se puede recibir con una cantidad inicial de golpe o mediante rentas periódicas (mensuales, trimestrales o anuales). Asimismo, es posible solicitar la operación sobre un inmueble que no sea nuestra vivienda habitual, sin embargo, en ese caso se pierde parte de las ventajas fiscales que ofrecen las hipotecas inversas, que son muy atractivas, como ahora veremos.
De hecho, los beneficios afectan a las distintas etapas de la operación: